El Capilar Solar es el sistema de protección frente a las agresiones solares que posee cada persona, en función de su fototipo y su código genético, es lo que le permite ir reparando los daños provocados por la exposición solar a lo largo de su vida.
El sistema de protección frente a las agresiones solares que posee cada persona, en función de su fototipo y su código genético, es lo que le permite ir reparando los daños provocados por la exposición solar a lo largo de su vida.
Cuando ese sistema se pone en marcha consume melanina, queratina y vitaminas que el propio cuerpo va reponiendo pero que al cabo de un tiempo pueden agotarse. Cuando eso sucede hemos agotado nuestro capital solar perdiendo nuestra capacidad de protegernos del sol.
Es por ello que se habla de que los efectos de la radiación solar recibida a lo largo de nuestra vida son acumulativos y de que la piel conserva la memoria de todas las radiaciones a las que ha sido expuesta.
El uso de fotoprotectores adecuados minimiza los efectos nocivos de un exceso de exposición solar y preserva el mayor tiempo posible el capital solar. Además, el uso de un fotoprotector adecuado los primeros 18 años de vida, disminuye en gran medida la probabilidad de tener en el futuro cáncer de piel.
Es importante protegernos del sol
Los beneficios de la exposición solar son, entre otros, la síntesis de la Vitamina D para la constitución de los huesos, la acción antidepresiva, la mejora de patologías como la psoriasis y el acné.
Pero el sol también provoca efectos nocivos sobre la piel, la radiación ultravioleta (UV) que nos llega del sol, está formada por radiación UVA y UVB, es responsable de ciertas alteraciones cutáneas provocadas por el exceso de radiación solar.
La radiación UVB llega hasta la epidermis y a corto plazo provoca quemaduras solares, eritemas, fotosensibilidad, dermatitis por reacción a la luz, mientras que la radiación UVA que penetra hasta la dermis tiene consecuencias a largo plazo, manchas, fotoenvejecimiento prematuro de la piel, fotoalergias, reacciones fototóxicas, fotocarcinogénesis.
Por ello es necesario que nos protejamos frente a estos efectos nocivos incorporando la fotoprotección en los hábitos diarios, incluso en la época de invierno.
Ayuda a la elección del fotoprotector BABÉ
Para elegir el fotoprotector adecuado hay que tener en cuenta una serie de factores:
• Quién lo va a usar: bebés, niños o adultos.
• Zona de aplicación: facial o corporal.
• Tipo de piel: grasa, mixta, normal, seca o la delicada piel del bebé y el niño.
• El fototipo de la persona: conjunto de características físicas con las que nace cada persona y que determinan su capacidad para broncearse y su sensibilidad a la radiación UV.
La siguiente tabla muestra los 6 fototipos existentes:
FOTOTIPO
CARACTERÍSTICAS FÍSICAS
CAPACIDAD PARA BRONCEARSE
Piel muy clara, con pecas. Ojos claros y pelo rubio
Nunca
Piel clara con pecas. Ojos azules o verdes. Pelo rubio o pelirrojo
Ligera
Piel clara. Ojos verdes o castaños. Pelo castaño cobrizo
Gradual
Piel pigmentada. Ojos castaños y pelo castaño oscuro
Fácil
Piel morena. Ojos y pelo castaño oscuro
Rápida
Piel muy pigmentada. Ojos y pelo negros
Intensa
Garantía BABÉ
Disfruta del sol y protege de forma eficaz tu piel con los fotoprotectores BABÉ. Productos de amplio espectro UVA / UVB que garantizan, de forma segura, el cuidado y la protección de toda la familia.
Los fotoprotectores BABÉ indican su Factor de Protección Solar (FPS) en el envase, el cual nos informa de la protección cutánea frente a la radiación UVB, que está comprendida entre 6 y 50+.
El FPS nos orienta del tiempo que puede estar la piel, protegida con el fotoprotector, expuesta a la radiación solar sin riesgo de quemadura o eritema, respecto al tiempo que tardaría en producirse la misma manifestación si no hubiera empleado el fotoprotector. Cuanto mayor sea el FPS, más alta será la protección frente a la radiación UVB.
Por tanto disponen de un sistema de filtración de las radiaciones UVA/UVB equilibrado, lo que implica que ofrecen una protección eficaz frente a la radiación UVA de, al menos, 1/3 del Factor de Protección Solar (UVB) indicándose en el envase mediante el logotipo normalizado UVA.
Además, están enriquecidos con un Complejo Calmante exclusivo de BABÉ compuesto por Aloe, Manzanilla, Alfa-Bisabolol y Alantoína.